CATARATA
CONGÉNITA
La catarata es una enfermedad visual provocada por la opacificación parcial o total del cristalino o lente del ojo, que se ubica detrás del iris. La catarata es más frecuente en los adultos mayores, pero puede darse en todas las edades incluso en recién nacidos.
Cuando una catarata está presente desde el nacimiento se le llama “Catarata Congénita”. Estas pueden afectar uno o ambos ojos.
Las cataratas congénitas pueden estar asociadas a otras condiciones o patologías del ojo o también sistémicas como malformaciones o infecciones, pero también es posible que se presenten solas, es decir, que no hayan otras enfermedades más que la catarata.
Las cataratas congénitas pueden producir un déficit visual muy significativo y alterar gravemente el desarrollo de la visión. Es por ello que el tratamiento debe realizarse lo antes posible una vez confirmado el diagnóstico.
El diagnóstico de la catarata congénita se puede realizar en una consulta oftalmológica de rutina, pero se sugiere confirmar el diagnóstico mediante una evaluación bajo sedación que permitirá hacer un examen detallado, tomar imágenes y descartar o confirmar si existen otras patologías asociadas.
El tratamiento de la catarata congénita en la mayoría de los casos es la cirugía. Esta debe ser realizada por un equipo experto en el manejo de este tipo de patologías oculares y con instrumentación adecuada.
KYDOFT introdujo en Chile en tratamiento de la catarata congénita con instrumentación 25G, que permite acceder al ojo con incisiones de tan sólo 0,5 mm de diámetro.
El uso de lentes intraoculares al momento de realizar la cirugía depende de la edad del paciente. En general usaremos lentes intraoculares desde los 2 años de edad.
Después de la cirugía es indispensable que se realice un tratamiento para estimular la visión y evitar la ambliopía o atrofia del desarrollo visual. Este es un proceso largo, que debe ser conducido por un especialista y que implica el uso de parches y diferentes tipos de lentes de contacto y anteojos.
Cuando una catarata está presente desde el nacimiento se le llama “Catarata Congénita”. Estas pueden afectar uno o ambos ojos.
Las cataratas congénitas pueden estar asociadas a otras condiciones o patologías del ojo o también sistémicas como malformaciones o infecciones, pero también es posible que se presenten solas, es decir, que no hayan otras enfermedades más que la catarata.
Las cataratas congénitas pueden producir un déficit visual muy significativo y alterar gravemente el desarrollo de la visión. Es por ello que el tratamiento debe realizarse lo antes posible una vez confirmado el diagnóstico.
El diagnóstico de la catarata congénita se puede realizar en una consulta oftalmológica de rutina, pero se sugiere confirmar el diagnóstico mediante una evaluación bajo sedación que permitirá hacer un examen detallado, tomar imágenes y descartar o confirmar si existen otras patologías asociadas.
El tratamiento de la catarata congénita en la mayoría de los casos es la cirugía. Esta debe ser realizada por un equipo experto en el manejo de este tipo de patologías oculares y con instrumentación adecuada.
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El uso de lentes intraoculares al momento de realizar la cirugía depende de la edad del paciente. En general usaremos lentes intraoculares desde los 2 años de edad.
Después de la cirugía es indispensable que se realice un tratamiento para estimular la visión y evitar la ambliopía o atrofia del desarrollo visual. Este es un proceso largo, que debe ser conducido por un especialista y que implica el uso de parches y diferentes tipos de lentes de contacto y anteojos.