Dr. Andrés Kychenthal
"Cuando nos dimos cuenta que nuestro hijo tenía problemas para ver fuimos a muchos centros de salud del Perú buscando una solución, pero todos nos daban muy pocas esperanzas. Hasta que un médico nos aconsejó ir a Santiago de Chile a ver al Dr. Andrés Kychenthal, porque él y su equipo médico tenían experiencia en operaciones de este tipo", cuenta la mamá de Félix Huamán, un menor de dos años con retinopatía del prematuro, enfermedad que puede llevar a la pérdida completa de la visión.
Con mucho esfuerzo y perseverancia, esta familia peruana pudo viajar y tratar a su hijo. El doctor Andrés Kychenthal, oftalmólogo a cargo de la operación, explica que "gracias a la cirugía hoy Félix puede distinguir luces y sombras. Esto le permitirá saber si es día o noche y orientarse mejor dentro de su casa, lo que es una tremenda ventaja respecto de un niño totalmente ciego".
El pequeño fue sometido a una vitrectomía 25G, una versión avanzada de la vitrectomía tradicional, que se aplica en casos seleccionados de retinopatía del prematuro y que también puede utilizarse para tratar ciertas enfermedades de la retina en adultos.
El diagnóstico de la retinopatía del prematuro se puede realizar desde las cuatro semanas de vida con un examen llamado oftalmoscopia indirecta. "Si bien este procedimiento es rutinario en los centros neonatológicos chilenos, lamentablemente no sucede lo mismo en el resto de Latinoamérica. Es por eso que hay niños como Félix, con un diagnóstico muy tardío", revela el especialista.
En este caso había un desprendimiento total de retina, por lo tanto, no era posible recuperar completamente la agudeza visual. Sin embargo, se logró evitar que la patología avanzara y comprometiera todas las estructuras del ojo. Además, se comprobó que luego de la cirugía el menor tenía una mayor reacción ante la luz.
De acuerdo con el especialista, es fundamental que el cuidado de los pacientes sometidos a esta intervención esté a cargo de un equipo multidisciplinario: "Este tipo de procedimientos debe efectuarse en centros de salud con neonatología y que estén capacitados para dar anestesia de máxima complejidad", sostiene el oftalmólogo.
La importancia de un diagnóstico temprano
La retinopatía del prematuro es la principal causa de ceguera infantil en Chile y en muchos países de Latinoamérica. Se presenta principalmente en niños con un peso inferior a 1.500 gramos y se debe a la inmadurez de la retina que hace que sus vasos sanguíneos crezcan anormalmente.
Su incidencia es mayor mientras menor es el peso de nacimiento y la edad gestacional. Según la Revista Chilena de Pediatría de marzo de 2000, en los niños bajo 1.500 gramos la incidencia oscila entre 24 y 50%, alcanzando hasta 90% en los neonatos con peso menor a 750 gramos.
De acuerdo con el doctor Kychenthal, "los casos que requieren tratamiento tienen una incidencia del 5% de los prematuros que nacen con menos de 1.500 gramos. Por lo tanto, es un problema de salud pública muy importante".
El especialista explica que mientras antes se diagnostique y se trate, mejores son los resultados: "Si se detecta durante las primeras semanas de vida es posible aplicar un procedimiento láser llamado fotocoagulación, que puede llegar a tener una eficacia cercana al 90%".
Cuando la enfermedad se encuentra en una etapa más avanzada y hay desprendimiento de la retina, la alternativa terapéutica es la vitrectomía, cuya eficacia también depende de lo dañados que estén los tejidos comprometidos.
"Además, la vitrectomía permite conservar tejido retinal viable para poder implementar terapias futuras, como por ejemplo la creación de un chip retinal. De esta forma la cirugía puede dejar sentados los cimientos para que esa retina que queda viva pueda ser intervenida cuando se descubra un nuevo tratamiento", concluye el oftalmólogo.